La reducción de la huella de carbono es una prioridad para muchas empresas en todo el mundo, ya que su impacto en el medioambiente puede tener consecuencias negativas en su reputación y en su rentabilidad a largo plazo. Una forma de reducir la huella de carbono de una empresa es a través de la implementación de energías renovables.
Las energías renovables son aquellas fuentes de energía que provienen de fuentes naturales y se pueden renovar de forma continua. Algunos ejemplos de energías renovables son la energía solar, la energía eólica, la energía hidráulica y la biomasa.
¿Por qué utilizar energías renovables en la empresa?
Las energías renovables aportan muchos beneficios a una entidad. Al utilizar energías renovables en tu empresa significa que estás reduciendo tu dependencia de los combustibles fósiles, lo que se traduce en una reducción de la huella de carbono.
A diferencia de los combustibles fósiles, no se agotan con el tiempo, por lo que son una fuente inagotable. Además, son más limpias, ya que no producen emisiones de gases de efecto invernadero, lo que significa que no contribuyen al cambio climático.
Por otro lado, y con la mirada puesta a largo plazo, son más económicas. Aunque la inversión inicial puede ser más alta, el coste de las renovables es menor a largo plazo, lo que se traduce en ahorro económico para tu empresa.
Asimismo, mejora la imagen de la empresa. Utilizar energías renovables es una forma efectiva de mostrar que tu empresa se preocupa por el medioambiente y está comprometida con la sostenibilidad.
Reducir la huella de carbono con energías renovables
Reducir la huella de carbono mediante el uso de energías renovables es una estrategia efectiva que puede ayudar a tu empresa a contribuir al cuidado del medioambiente. Hay varias formas en las que tu empresa puede utilizar energías renovables con este objetivo:
- Paneles solares: Instalar paneles solares en la azotea de tu empresa es una excelente forma de generar energía renovable y reducir la cantidad de energía que consumes de la red eléctrica convencional.
Pueden instalarse en diferentes tamaños y capacidades, lo que permite a las empresas elegir la opción que mejor se adapte a sus necesidades. Además, tienen una vida útil larga y requieren poco mantenimiento.
- Energía eólica: Si tu empresa está ubicada en una zona con vientos fuertes y constantes, instalar turbinas eólicas puede ser una buena opción para generar energía renovable. Asimismo, pueden instalarse en diferentes tamaños y capacidades, desde pequeñas turbinas para empresas pequeñas hasta grandes turbinas para empresas más grandes.
- Biomasa: la biomasa es una fuente de energía renovable que se obtiene a partir de materia orgánica como la madera, los residuos de la agricultura o los residuos de la industria.
Puedes utilizar la biomasa para generar electricidad o calor, lo que la convierte en una opción sostenible y eficiente para tu empresa. Además, es una fuente de energía renovable que se regenera naturalmente, lo que la hace una opción a largo plazo.
- Energía hidráulica: Si tu empresa está ubicada cerca de un río o un arroyo, puedes utilizar la energía hidráulica para generar electricidad. La energía hidráulica es una forma de energía renovable y limpia que no produce emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, es una fuente de energía estable y predecible, lo que la hace una opción confiable para empresas que necesitan una fuente de energía constante y segura.
¿Cómo saber la huella de carbono de mi empresa?
Para conocer la huella de carbono de una empresa, se debe realizar el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se generan. Una vez hecho esto, las empresas pueden establecer sus estrategias y diseñar un plan de acción para reducir y compensar sus emisiones de CO2.
La implementación de medidas de reducción de GEI no solo permite a las empresas disminuir sus costes, sino también mejorar su competitividad y reputación frente a la competencia. Además, esto les ayuda a avanzar en su desarrollo sostenible.
Para realizar el cálculo de la huella de carbono, es necesario elegir un año de referencia, establecer los límites de la empresa y recopilar los datos de consumo de energía. A través de la multiplicación del consumo de energía por el factor de emisión correspondiente, se obtiene el resultado de las emisiones de GEI.
Una vez que se ha calculado la huella de carbono, es importante diseñar un plan de acción para reducir o compensar las emisiones, con medidas efectivas que permitan lograr los objetivos establecidos, cumplir con las futuras normativas de huella de carbono y contribuir en la lucha contra el cambio climático.