La Convención de las Naciones Unidas establece que el cambio climático es atribuible, de forma directa o indirecta, a la actividad humana, sumándole la variabilidad climática natural.

Los expertos aseguran que el cambio climático altera la composición de la atmósfera y causa grandes consecuencias negativas para la vida y la naturaleza. Estas consecuencias están presentes en forma de temperaturas extremas, subidas del nivel del mar o desertificaciones, entre otras. Para hacer frente a esta emergencia, se debe actuar de forma más rápida y con más recursos.

Causas del cambio climático

La posición que establece a la actividad humana como la causante del cambio climático es cada vez más mayoritaria entre la comunidad científica. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) establece el comienzo del fenómeno en el inicio de la era industrial.

Entre 2007 y 2016, la agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra ocasionaron aproximadamente el 13% de las emisiones de CO2 en todo el mundo, así como el 82% de las de óxido nitroso y 44% del metano. Todo esto supone el 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que son generadas por la actividad humana.

Los gases de efecto invernadero son producidos de manera natural y los niveles adecuados son necesarios para la vida. Sin embargo, la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático afirmó que las cantidades de GEI emitidos a la atmósfera desde la industrialización, la agricultura a gran escala y la deforestación han incrementado de forma exponencial a niveles nunca vistos.

Emisiones expulsadas a la atmósfera

Los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero han crecido de forma mucho mayor a lo debido. Por ejemplo, la cantidad de CO2 -gas más abundante que supone dos tercios del total- se ha disparado por el uso de combustibles fósiles. El carbón en las calefacciones, las centrales térmicas o el gasoil y la gasolina para los vehículos generan la emisión de este gas.

Por ello, los estados miembros de la ONU adoptaron en el Acuerdo de París (2015) los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con el fin de proteger al planeta y a todos los seres humanos. El concepto de desarrollo sostenible tiene como objetivo preservar no solo la salud medioambiental, sino también el desarrollo humano.

Frenar el calentamiento global

El Ministerio para la Transición Ecológica manifiesta que el cambio de clima actual es diferente a los anteriores por dos razones:

  • Como resultado de la actividad humana, las emisiones de los gases de efecto invernadero aumentan la capacidad de la atmósfera de retener el calor, dando lugar al calentamiento global.
  • El ritmo acelerado de las emisiones agrava la situación, ya que es demasiado rápido para que los ecosistemas tengan tiempo de adaptación.

Los expertos afirman que existen los recursos y el tiempo necesario para que el calentamiento global no supere los 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, para lograrlo es necesario que se lleven a cabo esfuerzos sin precedentes.

Consecuencias del calentamiento global

El IPCC indica que el calentamiento global está provocando consecuencias como la desertificación, la falta de seguridad alimentaria, la degradación de la tierra… Los efectos de este fenómeno pueden ser irreversibles en algunos puntos del planeta, como en la selva amazónica, según los expertos.

Las consecuencias directas son evidentes en la naturaleza: la cantidad de hielo se ha reducido, los océanos se han calentado y el nivel del mar ha incrementado 19 centímetros (entre 1901 y 2010). Se estima que para el año 2065 el nivel medio del mar habrá subido entre 24 y 35 centímetros, alcanzando un incremento de 40 a 63 cm en 2100.

En España, hay cuatro consecuencias claras del calentamiento global, según el Ministerio para la Transición Ecológica:

  • Ampliación del verano en cinco semanas, tomando como referencia los años setenta.
  • Disminución de los caudales de los ríos, alcanzando más del 20% en algunos casos.
  • Expansión, en unos 30.000 kilómetros cuadrados, del clima semiárido.
  • Incremento de la intensidad y frecuencias de sequías y olas de calor.

Además, se estima que si las emisiones de GEI continúan en aumento, se producirá un agravamiento de las consecuencias y el incremento de las temperaturas mínimas y máximas.

Lucha contra el cambio climático

Para frenar las consecuencias del cambio climático es necesario trabajar de forma rápida y tomar acciones referentes al uso de la tierra, los edificios, la energía, la industria, las ciudades y el transporte. Para lograr los objetivos, las emisiones de CO2 se deben reducir un 45% para 2030, respecto a 2010, alcanzando las cero emisiones en 2050.

Calcular tu huella de carbono es el primer paso para conseguirlo. Los gobiernos, así como las empresas y la población deben tomar también medidas para frenar y disminuir las consecuencias del cambio climático y lograr una sociedad sostenible.

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