En respuesta a la creciente preocupación por el cambio climático, las estrategias para reducir la huella de carbono han emergido como pilares fundamentales en la construcción de un futuro más sostenible. Estas estrategias se basan en establecer objetivos de reducción de emisiones, implementar acciones efectivas para minimizar su impacto y monitorear su progreso. En este artículo, exploramos qué implica exactamente la mitigación de la huella de carbono y cómo desarrollar un plan de acción.ñ
Evaluar la huella de carbono actual
Antes de desarrollar un plan para reducir las emisiones, es necesario medir la huella de carbono actual de la organización. Este proceso implica identificar y calcular las emisiones de gases de efecto invernadero en todas las operaciones, clasificándolas según su alcance y tipo.
Este paso es esencial porque un análisis exhaustivo de la huella de carbono permite identificar las principales fuentes de emisión. Así, se pueden dirigir los esfuerzos de reducción hacia las actividades que más contribuyen a las emisiones.
Objetivos para reducir las emisiones de CO2
Una vez que se ha evaluado la huella de carbono, la organización debe definir metas claras y medibles para reducirla. Estas metas deben ser realistas, estar alineadas con la visión de sostenibilidad de la organización y basarse en la comprensión de su huella de carbono actual.
Según el estándar del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG), existen diferentes tipos de objetivos de reducción:
- Objetivos absolutos: acciones para limitar el aumento de las emisiones en comparación con un año histórico
- Objetivos de nivel fijo: acciones para reducir el aumento de las emisiones a un nivel absoluto en un año determinado, incluyendo la neutralidad de carbono
- Objetivos de intensidad para el año base: acciones para reducir la intensidad de las emisiones en relación con una variable específica, como las ventas anuales o la cantidad de empleados.
Límites de emisiones de CO2
Una vez definidos los objetivos de reducción, se debe calcular el límite de emisiones que la empresa no debe superar para alcanzar dichos objetivos. Posteriormente, se identifican oportunidades dentro de la huella de carbono actual para reducir las emisiones y alcanzar las metas propuestas. Estas acciones deben priorizarse según las actividades que más contribuyen a la huella de carbono de la organización.
Implementación de medidas para la reducción de emisiones de CO2
Una vez seleccionadas las acciones de reducción, se desarrolla un plan detallado para implementarlas. Este plan debe incluir:
- Plazos de ejecución
- Potencial de reducción esperado de cada medida
- Objetivos de reducción anual
- Responsables de la implementación
- Indicadores de monitoreo
La mitigación de la huella de carbono es fundamental para reducir la contribución al cambio climático. Conocer la huella de carbono, establecer objetivos claros y llevar a cabo acciones concretas son pasos esenciales hacia un futuro más sostenible.