Debido a la actividad de los seres humanos, la huella de carbono y la temperatura global del planeta continúan aumentando de manera incesante, amenazando a todos los aspectos de nuestra vida. Los fenómenos meteorológicos cada vez son más intensos y está habiendo un aumento del nivel del mar. De seguir por el mismo camino, el cambio climático provocará que algunas regiones se vuelvan inhabitables, que los incendios forestales cada vez sean más frecuentes y que a los animales les resulte cada vez más complicado encontrar comida y agua, lo que provocará la extinción de especies, entre otras consecuencias.

Las grandes acciones para frenar el cambio climático deben ser llevadas a cabo por gobiernos y empresas, ya que disponen de mayores recursos para poner en marcha planes de reducción de emisiones y poder contribuir en la creación de comunidades sostenibles.

Pero, ¿cómo pueden estas empresas combatir el cambio climático?

Reducción de la huella de carbono

Conocer el impacto de tus productos, servicios y de la actividad empresarial es el primer paso para contribuir en la lucha contra el cambio climático. Para conocer este impacto, las empresas han de calcular su huella de carbono; es decir, medir los gases de efecto invernadero que emiten de manera directa e indirecta.

Una vez calculada, se definen las estrategias y planes de acción para reducir la huella de carbono, como minimizar el consumo de plástico en los productos o evitar viajes innecesarios y sustituirlos por videoconferencias, entre otros ejemplos.

Para lograr la neutralidad de carbono de la compañía, se puede compensar la cantidad de CO2 generada por la empresa. Existen tres tipologías principales de proyectos de compensación de emisiones: proyectos forestales, proyectos de energía renovable y proyectos de eficiencia energética.

Concienciación interna y externa

La sensibilización y la concienciación son necesarias para frenar el cambio climático. Es muy importante conocer las consecuencias del cambio climático para poder poner en marcha iniciativas y cambiar estrategias. Involucrar y sensibilizar a todos los grupos de interés de la compañía es un aspecto esencial para implementar medidas.

Además, las empresas tienen la capacidad de ser un vehículo de sensibilización social, para transmitir a la ciudadanía los riesgos del cambio climático y provocar una transformación para lograr una sociedad sostenible.

Digitalización y consumo eficiente

La tecnología y la innovación están en estrecha relación con el desarrollo sostenible, ya que nos permiten disponer de materiales y productos más respetuosos con el medio ambiente, tener un consumo eficiente de la energía o contar con maquinaria menos contaminante, entre otras ventajas.

La digitalización de los procesos y la tecnología permiten a las empresas optimizar sus acciones para obtener avances y encontrar soluciones de forma rápida y eficiente generando una menor cantidad de CO2. Además, las estrategias de sostenibilidad digitalizadas y flexibles a la innovación permiten obtener mejores resultados.

Sostenibilización de la empresa

Comprometerse con el desarrollo sostenible para luchar contra el cambio climático debe formar parte de la estrategia general de la compañía e involucrar a todas las áreas de la empresa. Es importante realizar un análisis y estudio exhaustivo para desarrollar y poner en marcha una estrategia de sostenibilidad.

Asimismo, integrar la sostenibilidad como parte fundamental de la empresa no solo ayuda a frenar el cambio climático, sino que la compañía es más productiva y eficiente: se reducen los costes, mejora la imagen corporativa y es más atractiva, aumenta la reputación, etc.

Descarbonización de la cadena de suministro

La investigación “Net-Zero Challenge: The Supply Chain Opportunity”, publicada por el Foro Económico Mundial junto a Boston Consulting Group (BCG), analiza las ocho principales cadenas de suministro y concluye que representan más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.

Las empresas deberían tomar acciones para reducir significativamente las emisiones generadas en su cadena de suministro. Por ejemplo, impulsar los productos ecológicos o rediseñar los productos o servicios para reducir las cantidades de CO2, así como reconsiderar las estrategias de abastecimiento a nivel geográfico. Por otro lado, es importante que las compañías trabajen con proveedores preocupados por su emisión de GEI o que tengan estrategias de sostenibilidad implementadas.

A través de estos cinco grandes ejes las compañías tienen la capacidad para reducir su huella de carbono, reducir sus emisiones de CO2 y luchar contra el cambio climático. Estas iniciativas y la creación de sociedades sostenibles son esenciales para hacer frente a los desafíos que constituye el cambio climático.

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